Fuente: Heraldo
La ciudad de Albarracín, con 1.000 vecinos y 400.000 visitantes al año, suma un nuevo atractivo a su conjunto arquitectónico, como son los 650 metros de muralla medieval que la Fundación Santa María ha logrado sacar a la luz en sucesivas campañas de excavación y restauración desarrolladas desde el año 2010 a la actualidad.
No ha sido fácil, pues la iniciativa ha topado con crisis económicas que han ralentizado los trabajos y con el parón por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, como destaca el gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, «ahora ya puede hablarse de un Albarracín nuevo que muestra al público buena parte de su muralla antigua, que antes no se veía».