Fuente: Europa Press
Los trabajos arqueológicos de las obras de la Rambla de Barcelona que está llevando a cabo BIMSA han descubierto un tramo de 44,88 metros de la muralla del siglo XIV con una anchura máxima de 2,9 metros y una torre pentagonal de 8,32 por 4,21 metros.
La intervención se está llevando en el sector de Santa Mónica y está dirigida por la arqueóloga Irene Cruz, de la empresa Global Geomática, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado este miércoles.
Los trabajos comenzaron a mediados de julio cuando se abrió la zona central del paseo y han combinado «excavaciones mecánicas superficiales con sondeos manuales para estudiar la cimentación de la muralla y la estratigrafía arqueológica que se adosa».
Así, con el sondeo exterior han identificado estratos relacionados con antiguas riadas, con acumulaciones de tierra, piedras y cerámica arrastradas por el agua: «Estos restos confirman el funcionamiento de la muralla como sistema defensivo vinculado a un foso al tiempo que aportan información sobre las dinámicas naturales de la riera».
En cambio, en el lado interior se han documentado niveles del siglo XVI que hablan de la vida cotidiana de la Barcelona medieval y moderna.