Fuente: Muy Interesante
La ciudad de Berlín, con su vibrante modernidad y su historia turbulenta, acaba de añadir un nuevo capítulo a su pasado medieval con un hallazgo arqueológico sin precedentes. Durante una excavación en Molkenmarkt, la plaza más antigua de la capital alemana, arqueólogos han descubierto 188 figuras de cerámica del siglo XIV con una particularidad sorprendente: contenían fragmentos de huesos humanos, lo que sugiere que fueron utilizadas como relicarios. Este descubrimiento no solo revela detalles sobre la devoción cristiana de la época, sino que también plantea interrogantes sobre la función exacta de estos objetos y por qué se encontraban en tal cantidad en un mismo lugar.